Ya nos hemos quedado a
gusto. Celebramos por todo lo alto el día en que un puñado de
españoles fueron a decirles a los indígenas americanos, que eran
indígenas y que eran americanos. Les dijeron también a qué dios
adorar, a qué rey servir y a qué representantes de la “modernidad”
de la época entregarles su oro.
No me asombra la
falta de empatía de unos pocos privilegiados que no dudan en gastar
800.000 euros en su fiesta, a pesar de la que está cayendo. De qué
nos extrañamos, si incluso un Consejero de Sanidad se atreve a
insultar a una Auxiliar de Enfermería contagiada con Ébola sin que
ningún compañero de pupitre se atreva a pedirle la dimisión. Nos
hemos convertido en los nuevos indígenas de Europa. Como a aquellos
en 1492, nos arrean como a animales, nos dicen a quién rezar, nos
esclavizan en el trabajo, nos apalean en las calles, nos culpan por
estar enfermos, nos quieren analfabetos, sumisos, obedientes…nos
quieren para usar y tirar.
Yo, como español y
por la parte que me toca, les pido perdón a todos los pueblos
indígenas de América Latina. Les pido perdón porque es de Justicia
y porque haciéndolo se lo estoy pidiendo, también, a la sociedad
que me rodea, a los nuevos indígenas europeos que ahora sufren lo
que exportamos, en su día, al otro lado del Atlántico. Aquí no
caemos bajo la espada. Lo hacemos bajo la losa del desempleo, la
orden judicial de un desahucio y la miseria que todo esto conlleva.
Mientras, los nuevos conquistadores usan tarjetas indecentes y
celebran ágapes pagados con nuestro esfuerzo y sudor. Nos esquilman
nuestros recursos y esclavizan a nuestros jóvenes mejor preparados
en el reino europeo de la Regente Teutona. Nuestro virrey Rajoy
cumple, cual perrito fiel, las órdenes de los poderosos aplastando
cualquier atisbo de revuelta que impida el “normal” desarrollo de
los objetivos impuestos desde el reino de la especulación.
Allí, en las
Américas, tuvieron a Simón Bolívar como referente para deshacer
las ataduras de la tiranía española. Nosotros, los nuevos indígenas
europeos, esperamos a nuestro Bolívar particular que nos guíe y nos
haga levantarnos ante los indecentes que nos gobiernan. Ya no
aguantamos más robos, más indiferencia, tanta falta de empatía
para con los necesitados….ya no aguantamos más órdenes de los que
cambiaron la coraza por la corbata, ni la espada por una tarjeta
negra.
Buen y curioso artículo. Al que le duela que se time una aspirina
ResponderEliminarCómo ponéis el dedo en la llaga los del loro. Enhorabuena
ResponderEliminarPues que nuestros jóvenes aprovechen su preparación para hacerse con las riendas de la locomotora alemana y de aquí a unos años veréis qué risas nos echamos cuando veamos un canciller español.
ResponderEliminarEl día de la Fiesta Nacional debería pasar a llamarse Día de la Vergüenza Nacional
ResponderEliminarNo olvides que estamos en un país de África del Norte y Europa empieza en los Pirineos
EliminarUn puñado de sinvergüenzas robando a manos llenas y la policía y Guardia Civil apaleando ciudadanos e inmigrantes. Todo muy democrático ASCO
ResponderEliminarPues a Rato y a Blesa lo están poniendo en su sitio
ResponderEliminarCreo que esto no es más que un lavado de imagen de cara a la galería. Viendo la gran alarma social y el saqueo generalizado era necesario un pasito al frente pero al final entre bombero y bombero no se pisarán la manguera.
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