CARNET CON VISA

¿cuánta hambre se hubiese quitado con estas tarjetas?

Corren malos tiempos para la honradez. El clima político está aflorando la mierda de la cloaca en que se ha convertido la actividad pública de unos impresentables que se aprovechan de la nula participación, hasta ahora, de los ciudadanos en el control de sus impuestos. Consejos Consultivos como medio para aparcar políticos agotados, Consejos de Administración de empresas privadas para pagar favores pasados, Televisiones públicas desastrosas al servicio del interés partidista de turno, Cajas de Ahorros donde colocar a los afines para garantizarse un lugar en la teta de la vaca que supone el dinero público…. No hay nada más jugoso que disponer de carnet de partido (el que sea) para medrar de aquí para allá hasta conseguir los favores necesarios que permitan engordar los egos, propios y ajenos, siempre haciendo creer al ciudadano medio que todo se hace por amor a la sociedad. La verdad es que lo hacen por amor a “su” sociedad y, muchas veces, a su cartera. Quién no tiene a mano un Consejo de Administración, o una Empresa Pública que le garantice una vejez decente (…) A lo mejor no hace falta llegar tan lejos si, a cambio, dispones de una Visa Black como se ha sabido en estos días en manos de todos los actores políticos y sociales que “velan” por nuestro bienestar. Todo esto me suena familiar al recordar cómo, desde hace unos años, se repartían teléfonos móviles a diestro y siniestro a los afines y paniaguados del partido gobernante en el Ayuntamiento de Otura, o se “sorteaban” tarjetas para combustible sin control y sin límite. Unos pocos vivían en su propio paraíso mientras que la mayoría nos limitábamos a pagar religiosamente tasas e impuestos varios.

El cuento de Hadas se ha acabado. Ahora aparece la bruja reclamando su escoba que prestó, no para limpiar lo sucio sino, para esconder la mierda bajo la alfombra. A esta bruja no le valen ya los carnets de partido ni las Visas sin fondos. Viene dispuesta a arrasar con todo, y con todos, para recuperar lo que se prestó, aunque nuestros gestores públicos creyeron tener patente de corso y tarjeta ilimitada para sus juergas, viajes y caprichos. Ahora toca apretar el ojete y explicar a los vecinos cómo puede ser que algún contable no supo contar, que algún gestor no supo gestionar, que algún aventurero no quiso pagar su viaje, que algún juerguista no se quiso pagar sus gin-tonics….los Tribunales dictarán sentencia a medio plazo y, espero, los vecinos la hayan dictado ya en la intención de su bien más preciado, su voto.

Miedo me da el futuro que nos espera, especialmente a los trabajadores de este Ayuntamiento, por la situación de ruina que se ha creado, aunque me esperaba algo más de ellos. Digo me esperaba, porque desde el inmovilismo en que están instalados se hace difícil solucionar gran cosa. Los ningunean y maltratan pero ellos agachan la cabeza y no se atreven, ni tan siquiera, a defender sus puestos de trabajo, todos a una como en Fuenteovejuna. Quizás el motivo sea que no quieren ningún carnet y nadie les dio una Visa.