Cosa Nostra

 

                 

Desde el siglo XVI aproximadamente se conoce como Cosa Nostra a una asociación delictiva que, principalmente, controlaba la fruta, la pesca y toda actividad comercial susceptible de ser manipulada y que enriquecía de forma desorbitada a unos cuantos próceres de la época. Desde entonces hasta la actualidad, han diversificado sus “negocios” pasando por prostitución, venta de armas, drogas e incluso su negocio más lucrativo….la Banca.
    En estos días estamos descubriendo a algunos “golfos apandadores” que, no hace mucho, se presentaban como personajes de intachable vida pública y magníficos profesionales. Personas con tropecientas carreras universitarias, con una verborrea impresionante, asesores internacionales avalados por el Poder fáctico….casi ná. Nuestro gozo en un pozo. Nos están demostrando, día sí y día también, que no son más que vulgares ladrones, o peor, ladrones de lo público, de lo de todos. Aquí tenemos a lo que últimamente algunos llaman La Casta, aquí tenemos a nuestra propia Cosa Nostra envuelta en banderitas de cualquier color, en logotipos de partidos de gobierno, amparados en la impunidad que les proporcionan sus camaradas en el poder, controlando las finanzas propias y ajenas, evadiendo el dinero que nos pertenece a todos y regalando el que es de todos pero que sólo manejan estas élites del latrocinio. Apañados vamos. Vivimos en un país de miserables daltónicos que no saben distinguir entre un ladrón y un honrado padre de familia, entre servidores públicos y servidores para sí mismos de lo público, el país del Lazarillo, del Sálvame de Lux, del cotilleo interesado y la hipocresía de no querer saber lo que ocurre en nuestra propia casa, en nuestro pueblo, en nuestro país. Pretendemos aplicar la Justicia Universal cuando no somos capaces de hacer justicia social con nuestros convecinos, nos miramos de reojo cuando de fútbol o de política se habla pero olvidamos que, nos guste o no, estamos condenados a entendernos, a convivir, todos a una por el bien de nuestro pueblo, denunciando a cualquier personaje que pertenezca a la Cosa Nostra local. No me cansaré de repetir que la mejor forma de ser honesto y honrado es repudiar y denunciar actitudes que atenten contra el interés general.
    Queridos vecinos y vecinas, ahora os pedirán el voto cautivo para cuatro años. Pensad, meditad con calma, elegid con buen juicio pero no permitáis que vuestra conciencia cargue con la impostura de haber apoyado a nuestra particular Mafia hispánica.