Otro año más. Otro
año y seguimos dando cabezazos de aquí para allá, llevando
currículums de puerta en puerta, enviándolos por internet, llamando
a los amigos por si saben algo, mendigando un jornal y hasta
regalándolo. Decía Aznar “España va bien”..claro que sí, pero
España y los españoles, bien jodidos.
Se celebra el Día
del Trabajo entre indignación e impotencia por aquello de que para
los Poderes políticos y sindicales no somos más que meros números
en la larga lista del INEM. Nosotros, los parados, no comemos
langosta, ni entrecot, ni cochinillo….algunos, simplemente no
comemos. Por eso ya no creemos en nadie. Nuestra fe en el ser humano
hace tiempo que se diluyó como un azucarillo porque nos han
demostrado, nos demuestran día a día, que no les interesamos lo más
mínimo. Ahora llegan elecciones locales y ¡¡Milagro..!! todo
quisqui tiene soluciones para todo, incluso para generar empleo.
Desde aquí yo les digo a los alcaldables que tururú..que a otro
perro con ese hueso, que nones. De repente, el Chirrea ofrece puestos
de trabajo a tutiplén, como hizo el Gominas con el resultado que
todos conocemos; la Aguilera está por mejorar los resultados de los
empresarios, aunque de camino haya que “eslomar” a algún currito
hambriento; el Rafael, amigo del alma del Gominas, también ofrece
“su solución” que no es otra que pegarse al poder para tener
nómina a fin de mes ya que él puede dar fe; Nazario mira hacia
arriba, hacia la Junta de Andalucía, esperando los planes de la
Susana para apaciguar el ruido de las tripas de los andaluces; El
Angelillo perdido entre cooperativa o iniciativa empresarial, pero
sin concretar a qué temperatura se cuece el pan; por último el
“vecino de toda la vida” Fermín, que tendrá que preguntarle a
Eduardito qué es lo que significa crear riqueza (la del pueblo, no
la personal) para explicarnos en qué quiere convertir este pueblo.
Como veréis, esto no tiene arreglo “ni con una junta de médicos”
y seguiremos, otro año más, siendo rehenes de los poderes político
y sindical y únicamente dueños de nuestra hambre.