¡S.O.S., socorro, nos hundimos! El Ayuntamiento de Otura, un pueblo de 6.400 habitantes a 12 kilómetros al sur de Granada mal-gobernado por el PP, se ha convertido en un barco (otro más) que se hunde en medio de la crisis. Ya no puede navegar. Está a la deriva y yéndose a pique. Así lo han proclamado sus ediles (PSOE e IU) que declaran su "inviabilidad ante la imposibilidad de afrontar la deuda de 20 millones de euros" y pide un rescate a la Diputación Provincial, a la Junta de Andalucía y al Gobierno de la Nación.
La regidora de Otura culpa de este naufragio a las "enormes deudas municipales heredadas por el anterior equipo de gobierno tambien del PP", que han abocado al pueblo a "la más absoluta ruina económica". Cada vecino sale a 3.125 euros de deuda municipal por cabeza.
La oposición dice que, por lo que saben, que puede ser el primer Ayuntamiento de España que se declara "inviable" por las deudas, y además por unanimidad de los partidos. Podría ser el primer de muchos más naufragios. O el Estado les inyecta dinero, o "tendrán que venir en tres días a intervenirnos". "El Ayuntamiento tiene 3,5 millones de euros de ingresos anuales. Tendríamos que cerrar el Ayuntamiento veinte años y pico para poder pagar la deuda".
A la vez, el endeudadísimo Ayuntamiento se enfrenta a continuas reclamaciones de la Diputación de Granada y de la Junta de Andalucía para que devuelva "el importe de casi todas las subvenciones concedidas ",
"Este ayuntamiento no puede seguir funcionando porque el PP lo llevó a la más absoluta ruina y porque además las reclamaciones de la Junta y la Diputación lo están arruinando aún más".Ante esta situación, además de la inviabilidad, el Pleno del Ayuntamiento de Otura debería de aprobar y solicitar auxilio a la Diputación de Otura, la Junta de Andalucía y al Gobierno de la Nación para hacer frente a las deudas que hoy día hacen imposible el funcionamiento y la subsistencia del Consistorio. Todos a una, los ciudadanos de Otura no tienen culpa del engaño al que han sido sometidos. Por todo lo expuesto, es nuestra obligación, como ciudadanos que pagan religiosamente sus impuestos, exigir de forma contundente la realización de la auditoría (aún pendiente) para conocer céntimo a céntimo en qué se han gastado los “populares” nuestro dinero así como exigirles, a los responsables de tamaña barbaridad, que afronten sus responsabilidades de esta nefasta gestión poniendo a disposición del pueblo de Otura sus patrimonios personales para minimizar, en lo posible, el daño que han causado. Si no lo hacen, debería ser la Justicia quien se lo demandase, condenándolos a reintegrar al pueblo y sus gentes todo lo robado, malversado o mal gestionado (siempre supuestamente) porque en este país ya se sabe que la Justicia a veces no es tan ciega y mira de reojo. Pero existe un daño que no se podrá reparar jamás…el de la imagen y la reputación perdidas de un pueblo sencillo, pequeño, tranquilo al que han arrastrado, y arrastran, por los titulares de periódicos, los juzgados de guardia y por el lodazal político día sí y día también.