Jesús Páez Narváez
Licenciado en Ciencias de la Empresa
Permítame
manifestar mi satisfacción ante el hecho de que la izquierda política haya
concretado lo que una inmensa mayoría de la izquierda social viene reclamando
desde hace tanto tiempo. Con independencia de los resultados en escaños que la
confluenciaUnidos
Podemos alcance, creo que, en el ámbito sociopolítico, es, junto a las
movilización contra la guerra de Irak, de lo más relevante que ha
ocurrido en este país desde hace tres décadas.
Hace tres décadas, en nuestro país, la
izquierda estuvo más unida que nunca. Hace tres décadas se sucedieron
numerosas manifestaciones populares, algunas de ellas de cientos de miles de
ciudadanos, se recogieron miles y miles de firmas, se llevaron a cabo
cientos de actos, miles de actividades. Hace tres décadas, seis años
después de la muerte del dictador y unos siete meses después del 23F, el 28 de
octubre de 1981, la UCD que gobernaba en ese momento, junto a Alianza Popular y
los parlamentarios vascos y catalanes votaron en el Parlamento a favor del
ingreso de España en la OTAN. La izquierda, toda la izquierda de entonces
presente en el Parlamento: Partido Socialista Obrero Español, Partido
Socialista Andaluz, Partido Comunista de España, Euskadiko Ezkerra, Esquerra
Republicana de Catalunya, Partido Aragonés Regionalista y Unión del Pueblo
Canario, votó en contra. González calificó el acuerdo de
“barbaridad histórica” y “tremendo error”. El Psoe apoyaba las movilizaciones
populares. De hecho, el Psoe de Felipe González lanzó una campaña contra
la adhesión con el lema «OTAN de entrada no» y defendió la realización de
un referéndum sobre la pertenencia o no a la Alianza Atlántica. El
30 de mayo de 1982 España se convirtió en miembro de pleno derecho de dicha
Alianza Atlántica.
Cinco meses después, 28 de octubre de
1982, el Psoe de Felipe y Guerra ganó las elecciones generales por mayoría
absolutísima. Alcanzado el poder, Felipe González empezó a sentirse
proatlantista hasta abrazar la pertenencia de España a la OTAN. El cumplimiento
de la promesa del referéndum llegó tarde y mal. Ya al final de la legislatura,
en febrero de 1986, el Gobierno convocó el referéndum para el 12 de marzo. El
PSOE de González y Guerra, el Centro Democrático y Social de Adolfo Suárez y
vascos y catalanes pidieron el voto favorable para la permanencia de España en
la OTAN.
Sí, ese Psoe
de González y Guerra que en 1981 proclamaba OTAN de entrada no ahora
decía y defendía el sí a la OTAN. Y no solo hacía campaña por el sí,
también chantajeaba a la ciudadanía con su dimisión como Presidente
de Gobierno si ganaba el “NO”; meter miedo con el caos y el desgobierno
que el “no” acarrearía; amenazando con no volver a presentarse a las inminentes
elecciones, etc. La participación fue de un 59,4% de los que un
52,5% de votos fueron a favor de la permanencia, el 39,85% en contra y
un 6,54% en blanco. El “no” ganó en cuatro comunidades: Cataluña, País
Vasco, Navarra y Canarias. Después Felipe González diría: “A los ciudadanos no
se les debe consultar si quieren o no estar en un pacto militar, eso se debe
llevar en los programas y se decide en las elecciones”. En 1995, Javier Solana -uno de los socialistas más anti OTAN antes de llegar el Psoe al gobierno-
fue nombrado Secretario General de OTAN.
Manifestación en Euskadi contra la
permanencia de España en la OTAN
Puede decirse
que del rescoldo de aquellas movilizaciones, en las que participaron millones
de personas de casi todas las organizaciones de izquierda y alrededores,
auto-organizadas en la Plataforma Cívica por la Salida de España de la OTAN, presidida por el escritor Antonio Gala, surgió Izquierda Unida.
Supongo que a
algún lector o lectora de mi quinta, esta confluenciaUnidos Podemos que agrupa a
IU, Podemos, Equo, Mareas, etc. para presentarse unidos a las próximas
elecciones, le habrá traído recuerdos de aquellas movilizaciones de hace tres
décadas y de lo cerca que se estuvo de sacar a España de la OTAN. Y
también, y sobre todo, recordarán el gran desengaño, la profunda decepción, que
supuso el engaño del Psoe de Felipe González y su OTAN de entrada no.
Mi opinión sobre el papel del aquel Psoe
de hace tres décadas la refleja bien este párrafo del Centre Delàs
d’Estudis per la Pau: “Aquella derrota cerró de manera definitiva la transición
española de la dictadura franquista a la democracia y los movimientos
sociales vieron frustradas sus esperanzas de transformación y ruptura con
el viejo régimen. Se puede considerar la integración en la OTAN como el
entierro definitivo de las esperanzas de las fuerzas sociales que habían
luchado para construir un modelo de democracia más participativo que
permitiera intervenir directamente sobre cuestiones de trascendencia. La
prueba es que nunca más en España se celebró un nuevo referéndum”.
Creo que aunque hace tres décadas, Pedro
Sánchez solo tuviese catorce años y Susana Díaz solo doce, con el Pose que
representan, lamentablemente, no puede contarse para llevar a cabo los cambios
profundos que las clases populares de este país necesitan con
urgencia. Hace tres décadas también Felipe tenía 40 años como Susana y Alfonso
Guerra 42 como Pedro Sánchez.
Posdata
1.- También hace tres décadas “la
mayoría de los conservadores tenía claro que había llegado la hora de dejarse
de garambainas y sacudirles en serio a los trabajadores y a las masas
populares. ¡Muera lo público y viva lo privado! Reza el lema triunfal que se
grita por doquier. Ya no hay que competir con nadie por el dominio de las
conciencias. Ya no existe ningún sistema alternativo adonde volver los ojos y
los corazones [entre otros hechos de 1981 a 1991 se desmoronó la Unión
Soviética]. Ante su victoria global, el gran capital ha decidido ajustar
cuentas de una vez por todas con los movimientos emancipadores, sindicales,
etc. dentro y fuera de de casa. Se acabaron las componendas con los obreros,
los profesionales, los funcionarios, e incluso con la clase media, que se
considera demasiado amplia. Hay que precarizar, proletarizar y lumpenproletarizar”.
(La formación de la mentalidad sumisa. Vicente Romano. Editado en internet por
Rebelión).
2.- La prensa
ha dicho: 1) La banca intervenida por el Estado [con miles de millones y sin
exigencia de devolución] ha repartido un total de 959 millones de euros en
dividendos entre sus accionistas desde 2011 hasta el día de hoy. 2) (Mientras) Cada español debe 23.332 euros
por deuda pública, [antes privada] un 4,8% más que hace un año. 3)
Los ejecutivos del Ibex cobran hasta 500 veces más que sus empleados. 4) El
presidente de la CEOE pide reformas “de las que duelen” 5) La patronal
cree que en 2025 el envejecimiento de la población situará el paro por debajo
del 8% y, de paso, aprovechan la ocasión para reclamar más recortes
en Sanidad y Servicios Sociales. 6) (Las empresas de) El Ibex 35 no ha
parado de aumentar su presencia en paraísos fiscales, registrando un 10% más de
filiales de 2013 a 2014. El Banco Santander es la empresa del selectivo español
que mayor uso hace de estos territorios, con 235 filiales en 2014. Estas
notas de prensa son sólo una pequeña muestra de que en España la economía
funciona estupendamente. La economía capitalista, claro. Ya en 1973
Kissinger, en relación al golpe de estado contra Salvador Allende, no se
cortaba para afirmar que en caso de tener que optar entre la economía y la
democracia, había que salvar la economía. La capitalista, claro está.
El exministro Josep Borrell con Pedro
Sánchez, el pasado mes de septiembre, en el acto de arranque de campaña de las
catalanas, en Barcelona. Foto: EFE
3.- Pedro
Sánchez, presentado por Susana Díaz como candidato a presidente de gobierno,
dice querer “transformar”España. Para ello se va a rodear de jóvenes de hace tres décadas como José
Borrell, Jordi Sevilla, Margarita Robles y hasta ha rescatado a Adolfo Suarez
–al que Alfonso Guerra calificó de tahúr- y su famosa frase: “Puedo prometer y
prometo…”. Milagro será que el pueblo llano pueda soportar tan radical
transformación.
Acertado artículo.
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