DEMOCRACIA al 3%

No salimos de nuestro asombro. Día tras día nos desayunamos con una barrabasada nueva. Los que creemos y apostamos decididamente por la democracia, estamos que no nos llega la camisa al cuello. Nos han estado robando el dinero, la dignidad y hasta la paciencia en un sistema heredado del tardo-franquismo donde todo el mundo (políticamente hablando) ha puesto el cazo de una forma u otra. Todo quedó atado y bien atado. El sueño de una sociedad plural, madura e integradora de sensibilidades, ideales y netamente europea se nos ha caído de golpe. Resulta que estamos (siempre hemos estado) bajo el control de comisionistas políticos y el clientelismo de miseria. “España va bien..” decía un trilero de la economía demostradamente ficticia. Todo era teatro, puro teatro. El telón baja y los sufridores espectadores nos miramos entre asombrados, cabreados e impotentes ante tanto robo y desvergüenza. Los Puyol y Cía. Cobrando lo suyo para “garantizar la estabilidad del país”, los dos grandes partidos que nos han gobernado hasta ahora haciendo lo propio, que para eso mandan y deciden cómo se reparte el dinero público, el de todos. Para eso se cultiva y potencia el clientelismo que les garantice un importante granero de votos comprados con la necesidad y la miseria propia del ser humano. En Otura ya tenemos algún antecedente sobre cómo incitar al fariseísmo político. Todos recordarán la apertura de Mercadona donde se instaba a los vecinos a llevar su CV al ayuntamiento para aspirar a un puesto de trabajo y cómo se cambió, de la noche a la mañana, la calificación de los terrenos que ocupa para poder construir tal supermercado. Ahora vuelven los fantasmas de ese clientelismo rancio cuando se vuelve al tonteo de enamorados con otra empresa privada, se vuelven a requerir CV en el ayuntamiento, la miseria y la necesidad corren como posesos con la esperanza de un puesto de trabajo…pero no; los que trabajarán (ya lo están haciendo) han sido elegidos por otra vía. Esta navidad comerá jamón sólo el 3% de los vecinos al paso que va la cosa, aunque si los comisionistas de los partidos políticos se estirasen un poco, podríamos hincarle el diente a un buen jamón todos los españoles y hasta nos llegaría para una buena reforma de esta denostada democracia. Para eso, cambien el cemento y los ladrillos por la honradez y la decencia y seguro que nos queda un país de lujo.