Hay veces en que el
estado natural de las cosas se ve alterado por extrañas
circunstancias, forzadas y no siempre aclaradas por los protagonistas
en liza. Recientemente escuchábamos al expresidente González
afirmar que “si España lo necesita..” deberían formar una
alianza entre el PSOE y el PP. ¿Acaso para taparse mutuamente sus
vergüenzas? Una alianza no tiene sentido si no es para confluir
contra otra fuerza igual o superior. ¿De qué tienen miedo?
Posiblemente de que el pueblo se haya hartado de sus mentiras,
negocios y mangoneos siempre en beneficio propio, aunque ellos dirán
siempre que es y ha sido “por el bien de España…”.
Aquí en Otura el
escenario no difiere en la esencia. Es muy posible que, llegado el
momento y según los actores de esta tragicomedia, el Pepé y el
Pesoe lleguen a acuerdos, muchos impuestos por sus direcciones
provinciales, para la gobernabilidad del municipio. Ya se sabe que
cuando alguien se acostumbra al poder resulta, a veces, traumático
dejarlo. Ahí tenemos como ejemplo a un exalcalde que, desde que lo
apearon de la poltrona, no deja de dar tumbos de aquí para allá.
Los futuribles pactos de gobierno local pueden traer extraños amigos
de cama, o no tanto si nos ceñimos a las políticas reales que se
practican.
Igual que en el
ámbito nacional, con Upyd y Ciudadanos mandándose cartas de amor,
nos podemos encontrar parejas, o tríos, muy curiosos. A los ya
referidos Pepé y Psoe y dependiendo de las órdenes y resultados
municipalistas, se pueden sumar IU y Podemos ya que comparten más
golosinas de las que nos creemos realmente. Igual pasaría con el PA
y algún partido Independiente si al final se presentan. Parejas de
hecho, que no de derecho. Extraños compañeros de viaje, o no tanto.
De todas formas, algunos contactos sí que existen, aunque todavía
los novios sean muy tímidos y a menudo recurran a alguna Celestina.
El tiempo, y sobre todo los votos, lo dirán pero pensad que las
poltronas del ayuntamiento tienen un poder de atracción fuera de lo
normal y hay que aferrarse a ellas, aunque sea para “manejar ruina”
pero el caso es “manejar” que algo queda. ¿Interés político o
ciudadano? ¿Interés personal camuflado? En 2015 lo veremos. Como
veremos si algunos novios políticos se tiran los trastos a la cabeza
o, finalmente, se casan para ser felices por lo menos hasta que
falten seis meses para las próximas elecciones. Hagan sus apuestas
porque esto no ha hecho más que empezar. No es intención del que
suscribe ni apoyar ni criminalizar ningún posible pacto, eso se lo
dejo a los lectores para que con sus comentarios opinen y tomen el
pulso de una realidad más que posible.