A la caza del escaño

                  

Iniciamos el sprint final para decidir el próximo inquilino de la Moncloa. Eso, y los distintos cargos públicos a los que tendremos que pagarles hasta los pañuelos para limpiarse los mocos, o las lágrimas. Como los charlatanes, todos nos intentan “colar” su producto para que el paisano de turno les vote aunque para ello no den garantía alguna de devolución.

   El Partido Popular, que nos ha dado la puntilla democrática, se presenta como un bloque infestado de corrupción y, haciendo gala de una hipocresía sin límites, nos vende recuperación donde sólo hay hambre y miseria, se muestran como adalides de la libertad cuando han creado una ley represora para los derechos civiles, dicen ahora defender los servicios públicos cuando en realidad no paran de regalárselos a sus amigos para que hagan negocio. `Nosotros o el caos` dicen, como los asusta viejas, creyendo que este país está lleno de imbéciles dispuestos a comprarles el bálsamo de la ignorancia.

   El PSOE, antiguo referente socialista y obrero, no se reconoce a sí mismo ni haciéndose un completo en una clínica de estética. Cómplices de políticas nefastas para el pueblo, con la reforma del art. 135, ley de desahucios, corruptelas varias y apoyando en bloque al PP en el parlamento europeo. Pretenden cautivarnos, ahora, con que son socialistas de toda la vida, que van a cumplir con sus promesas, que van a escuchar al pueblo ya que están dispuestos a quitarse los tapones de los oídos y que van a hacer políticas en beneficio de los más desfavorecidos. De entonar un sincero mea culpa, nada de nada, no vaya ser que los anillos o los galones políticos se les caigan al suelo.

   Se presentan también dos nuevos partidos pero bien diferenciados. Ciudadanos aparece como sucedáneo del PP. Cara joven, política liberal y partidarios de privatizar todo lo que pueda dar dinero porque en el beneficio económico está su secreto, claro que solo para una pequeña élite. Nueva derecha, lobo disfrazado de cordero aunque los colmillos no los puedan ocultar y asomen la patita a la mínima oportunidad que se les presenta. Derecha guapetona y de niños bien cuya fuente de financiación no queda clara ya que ocultan intencionadamente quizás por miedo a ser desahuciados antes de ocupar sus previsibles sillones. 

Podemos es el otro nuevo partido en liza. Nacido del 15M y liderado por jóvenes, y no tanto, que han conseguido dar un cambio radical a las políticas en este país. Su bandera está en la lucha contra la corrupción y la regeneración política. Dicen querer darle la auténtica voz al pueblo aunque quizá olviden que este país es demasiado dado a estar callado y a aceptar como castigo divino todo lo que le echen sin chistar. Hablan de asaltar los cielos pero deberían tener cuidado de no despegar los pies del suelo que pisan, por muchas arenas movedizas que se encuentren. Los definen como radicales cuando, en realidad, deberían calificarlos como los que han abierto los ojos a una realidad que nadie quería ver.

   Haremos una pequeña reseña a IU por su eterna lucha aunque su espectro político no pase del 3/4 % en intención de voto. Amarrados al PC, no parecen entender que no es fácil conjugar el idealismo político con la demanda social. Pareciera como si se encontrasen cómodos en el papel de Cenicienta ya que siguen con un discurso político que a pocos convence y a casi nadie enamora. Así no se cambia un país.

   Solo esperar que el paisano de turno piense, se lea los programas, recapacite, elija en buena lid y que la desafortunada ley D´hont sea benévola con los partidos pequeños aunque necesarios. Ya se sabe que un escaño es más que un simple sillón donde sentarse y yo voy a pedir, por navidad, el mío por si acaso.