Los
cien días de gracia están propiciando empalagosas páginas de
gloria a los nuevos en las lides de la administración que se
incorporan al poder, que son muchos. El tedio del verano y las buenas
intenciones, a pesar de lo sanas que son, están matando las escasas
emociones. En fin, que las bicicletas son para el verano y los
problemas para bien entrado septiembre, que nos queda la
bandera
es sagrada.
Los cien días de gracia pertenecen a los rigores del protocolo
político, que no sé exactamente dónde tienen su origen. Me imagino
que hay que dar un margen de cortesía para poner las cosas en su
sitio en las instituciones, nombrar cargos y reorganizar el cotarro,
porque los programas ya vienen hechos, refrendados por los electores
y los pactos, claro
los pactos ¿cuando
han sido públicos?, el pacto psoe+iu, creo que no lo conocen ni los
militantes mas cercanos a ambas formaciones.
El
tedio que produce este período no se parece mucho al que hemos
vivido en otros cambios de Gobierno, tiene un tono, como digo,
empalagoso, pero también de desorientación política con, una
oposición que se ha dejado cautivar por un ambiente «new age» que
traducido a nuestro castellano es un nuevo estilo musical para la
relajación y el optimismo
y los mantras que pretenden marcar un tiempo nuevo de paz y armonía.
Alabo
el diálogo y creo que lo demandan los ciudadanos, pero en esta paz
romana que se ha establecido hay algo brumoso, sospechoso,
inquietante, que no termino de captar, pero que intuyo que puede
terminar mal, no
han contado para nada con los ciudadanos para este pacto, saben acaso
¿que es lo que quiere el pueblo? y ¿donde esta la transparencia?
escrita y dicha por activa y pasiva en sus programas..
Una cosa es el ambiente público y publicado y otra, la realidad, y
aquí, sospecho, hay gato encerrado, claro
ademas de los suculentos y vergonzantes sueldos de dos formaciones
que privaron a su antecesora de un sueldo para poder ejercer de
alcaldesa.
No hay que ser muy pardillo para intuir que hay corrientes
subterráneas que no tendrán verano, que trabajan a tiempo completo
para encausar sus intereses y colocarse amparados por los nuevos
tiempos.
Señores
del psoe y de iu el poder
os
empodera, esto
es
aumentar vuestra
fortaleza política,
y
el
éxito os
ha
engrandecido,
pero
esto no es el fin para los que os han votado.
La
política tiene sus contrapartidas y ser concejal
no es gratis. Estáis
obligados
a dar la cara en la que podría ser su última proeza después del
crujir de dientes, aunque tiene muy difícil borrar la imagen que se
han
labrado en estos pocos
días.
Los problemas vendrán, y podrán ser considerables, después, cuando
no pueda cumplir con sus
palabras,
porque ser concejal
es meritorio, pero los hay de primera y de segunda, a pesar del largo
título que lo acompaña.